Qué decirle a una chica – a detalle.

November 26, 2013 12:25 am0 Comentarios


La mayoría de los chicos no saben cómo hablarle a las chicas. La mayoría nos imaginamos que una mujer hermosa requiere de una habilidad conversacional que le haga competencia a Óscar Wilde, y eso es tan sólo para dar el primer paso con ellas. Quizás obtuvimos esa idea de las ocurrentes películas de hollywood o quizás sea el valor que le otorgamos a la belleza de una mujer. Parece como si lo que pudiésemos decir no fuera lo suficientemente bueno, chistoso o inteligente. Si bien lo que puedes decir probablemente es lo suficiente bueno, chistoso o inteligente, éste no será otro artículo que simplemente regañe a los hombres por preocuparse acerca de qué decir y después los instruya para mejorar su “juego interno” y su seguridad. Porque, afrontémoslo: saber qué decirle a una chica en realidad mejora el juego interno y la seguridad. Así que, si bien que soy partidario de que los hombres confíen en decir lo que quieran, aquí hay cuatro indicadores para ayudarles a “aceitar los engranes” al hablarle a las chicas.

  1. Tú + Yo = Nosotros

Siempre que intentes conocer y atraer chicas, debes crear una conexión en el menor tiempo posible. Mientras más rápido puedas pasar de ser un “extraño” a un “chico atractivo”, mejor. Por lo tanto, cuando comiences a hablar con las chicas, en la punta de tu lengua debe estar lo necesario para crear un ambiente de “tú y yo” en vez de un ambiente de “tú contra mi”. Puedes ser humorista (“Oye, te pareces a mi futura ex esposa”), generar simpatía (“Wow, creo que tú y yo somos las únicas dos personas en este bar que realmente aprecian a Phil Collins”), o ser serio (“Hola, me llamo Rob. Tenía que venir a conocerte”). Y a menos de que la chica actúe completamente como una niña mimada, no hay nada que pueda abrir una brecha entre ustedes. De hecho, crear un ambiente de “tú y yo” hace frente a cualquier tontería que se avecine porque te da una razón para arreglártelas si ella comienza a hacer berrinches (“Cariño, ¿por qué tratas así a la única otra alma que disfruta de Phil Collins? Vamos, nosotros no somos así”). Siempre que uno dramatice para el otro, unan los intereses comunes, o simplemente conéctense mediante el entorno o la situación, el tema de “tú y ella” debe empapar toda la interacción e, idealmente, su relación.

  1. Tensión

La tensión hace que la interacción se desarrolle. Inyectar tensión a la conversación la hace divertida, interesante, quizás un poco extraña, pero finalmente, increíblemente atractiva para una mujer. Para comprender la tensión hay que comprender la seguridad. Eso se debe a que la tensión proviene de dos polos que tiran en direcciones distintas. Si eres un tipo inseguro y un poco temeroso, entonces la polaridad de una mujer tirará de ti, desinflando toda la tensión que pudiera hacer surgir “química” (lo que también se conoce como el síndrome del “chico lindo”). Una vez que entiendas cómo y porqué funciona la tensión, comienza a “mantenerte dentro del límite” y crear momentos de tensión en tus conversaciones con las mujeres. Conociendo los límites e intereses, puedes genuinamente estar en desacuerdo con una chica si ella dice algo que no te agrada. La mayoría de los hombres piensan que siendo el sirviente personal de una chica y estando de acuerdo con todo lo que ella dice, ella se sentirá mágicamente atraída hacia él. Pero en la actualidad, la chica quiere verte como un hombre con gustos e intereses propios. Así que si ella comienza a hacer alarde acerca de Britney Spears o de alguna tontería que no te interese, decir “Ajá, eso no me gusta nada” crea tensión. Esto no se contrapone con el ambiente de “tú y ella” porque aún se trata de ti y de ella, pero el verdadero tú y la verdadera ella (no “el tú que pretende ser una chica y ella”). Además, la mayoría de las veces, la tensión en la interacción hombre-mujer es sexual, así que decir cosas como “Rayos, acabo de conocerte pero no he dejado de pensar en besarte desde que te vi” o “Me alegra que estemos en público, pues de otra forma estaríamos haciendo obscenidades que nos mandarían directo a la cárcel”, esto envía un mensaje que dice que te sientes cómodo con tu masculinidad y le permite sentirse femenina (¡y excitada!).

  1. Sé súper gracioso

Mezclar el incremento de la tensión sexual con la diversión y el humor es la mejor manera de hacer que las cosas caminen en buena dirección con una seguridad carismática. En vez de listar los beneficios obvios del humor, vayamos directo a las recomendaciones de la comicidad. Una forma muy sencilla pero efectiva de ser gracioso es exagerándolo todo. Tomar las cosas sencillas de la vida cotidiana y hacerlas dramáticas y exageradas es una manera simple de hacer que una chica se ría. Por ejemplo, si le dijeras a una chica que la vez en Starbucks, sería gracioso decir algo como “Oh, Dios mío, te voy a llevar a un café que está lleno de magia. Es el secreto mejor guardado de todo Manhattan… te llevaré ante la cultura y la decoración conocidas como STARBUCKS. Es un lugar increíble, hasta puedes ordenar en español… tienen su propio lenguaje Starbucks con tamaños como Alto, Grande y Venti. Por fortuna, yo puedo traducir para ti”. Otra manera de mejorar rápidamente tu humor es recopilando frases o palabras graciosas. Bromear con las chicas con nombres como “Erica Perica” (si ella habla demasiado) o preguntarle si es una Modelo Especial (si es que le gusta la cerveza) siempre pueden robar una sonrisa. Leer buenas obras de ciencia ficción u observar películas divertidas son medios excelentes para obtener oro cómico. Palabras como “facilote”, “trespesino”, “bajacalenturas”, son palabras y dichos que he aprendido de la cultura pop y he incorporado a mi léxico de cosas graciosas. ¡Abre tus ojos y comienza a recopilar lo divertido!

        4. Utiliza lo que tienes enfrente

Los únicos tipos que “se quedan sin cosas que decir” son aquéllos que caminan con los ojos vendados. Si abres tus ojos encontrarás un mundo de cosas qué decirle a una chica. Todo, desde la forma como ella viste hasta las observaciones acerca de las personas que te rodean deben ser fuente de inspiración para una gran conversación. Por ejemplo, frecuentemente tomo la mano de mi chica, le doy un vistazo a sus anillos y digo alguna tontería como, “¡Oh! ¡Brillitos!” O agarro el collar de una chica y digo, “Bonito, sí; me gusta, me lo voy a robar”. Probablemente no hace falta más que comentarios estúpidos para tener una conversación de toda una noche con una chica hablando de sus accesorios. Y si eso se va a pique, mirar alrededor de la habitación e inventar historias acerca de las personas que observas siempre funciona. Por lo general me gusta mantener la conversación con un tono sexual, así que generalmente apunto hacia una pareja y digo algo como, “Apuesto que se aburren bastante en el sexo porque él tiene un pene muy pequeño” o (en una versión menos fuerte), “¿Tú crees que sea su novio o crees que ése sea el otro?” Como sea, si eres consciente de lo que te rodea, jamás te faltarán ideas para improvisar.

Toma en cuenta estos indicadores y pruébalos. Pero sé paciente. Aprender a cultivar el don de la charla requiere de tiempo y práctica. Mantente dispuesto a fracasar y lucir como un idiota. De hecho, aceptar que has fracasado puede dar pie a una buena conversación. Cuando digo algo tonto (que suceden más frecuentemente de lo que quisiera admitir), generalmente hecho los ojos para arriba, río disimuladamente y le digo a la chica, “Increíble, qué idiota fue eso que dije. Las tonterías que salen de mi boca a veces…” Ser un buen conversador conduce a la idea de que lo que tienes que decir es lo suficientemente bueno para cualquier chica (aún si es algo “muy estúpido”). Así que con estos indicadores en mente, adelante, háblales a algunas chicas, ¡y convierte esa idea en una convicción! ¡Felices charlas!

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